IMPERIO BIZANTINO

Historia de Bizancio enfocada principalmente en el período de los Comnenos

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Naturaleza del estado bizantino (1025-1185).

Posted by Guilhem en noviembre 8, 2013

Naturaleza y desarrollo del

Estado bizantino entre 1025 y 1185

Una hipótesis acerca del feudalismo en Bizancio, planteada desde la perspectiva de la Modernidad.

Águila bicéfala imperial

Autor: Guilhem W. Martín. ©

https://imperiobizantino.wordpress.com/ 

Presentación:

La cuestión en torno a la naturaleza y desarrollo del Estado bizantino[1] ha sido abordada desde su misma génesis, que tuvo lugar según algunos historiadores tras la fundación de Constantinopla en el año 330 y, según otros, luego de la partición del Imperio Romano a la muerte del emperador Teodosio I el Grande, hacia 395. No parece haber problemas en general con respecto al lapso de tiempo comprendido entre las fechas citadas anteriormente en tanto que punto de partida, y los comienzos del siglo XI. Los historiadores con alguna influencia marxista que han estudiado con detenimiento dicho intervalo, desde Perry Anderson hasta George Ostrogorsky, pasando por Z. V. Udaltsova y Chris Wickham, han convenido en señalar el papel determinante del modo de producción tributario en la formación económico-social bizantina de dicha época, caracterizada políticamente por un sistema estadual impositor de tributos heredado del bajo Imperio romano.

Mientras Occidente sucumbía entonces al avance de las relaciones señoriales y al final de la esclavitud[2], en Oriente las regulaciones imperiales parecían buscar, por el contrario, un eclipse del poder aristocrático. Entre 330 (o 395) y 1025 el estado bizantino se preocupó por respaldar a sus generales y dar una prioridad singular al ejército central a expensas de las aristocracias civiles y a los terratenientes senatoriales y patricios. Bajo dichas premisas, los emperadores, especialmente aquéllos pertenecientes a la dinastía macedónica, apoyándose en el sistema administrativo de themas[3] (división territorial ideada por el emperador Heraclio en el siglo VII), produjeron innumerables resoluciones para proteger a la pequeña propiedad alodial, sobre la cual se sustentaba todo el andamiaje fiscal. En consecuencia, a partir de una buena gestión tributaria se obtenían los recursos necesarios para sufragar las principales partidas del gasto público: el coste de las administraciones municipales, la administración central, y el culto. Dentro de las partidas de gastos centralizados la del ejército imperial revestía singular importancia, tanto más por cuanto con la irrupción del Islam en el siglo VII y las pérdidas territoriales que ello trajo aparejado, la profesionalización del soldado llegó a plantearse como un asunto de supervivencia en el sentido estricto de la palabra. El ejército imperial, nutrido pues de soldados campesinos que eran adiestrados según manuales bélicos creados al efecto[4], fue empleado por los emperadores con un doble propósito: externamente para asegurar las fronteras e internamente para servir de elemento disuasivo e intimidatorio frente a las recurrentes reivindicaciones de la gran propiedad.

Precisamente, el punto culminante de la lucha contra el latifundio tuvo lugar en tiempos de Basilio II (976-1025), cuando los poderosos fueron obligados a pagar el allelengyon para los pobres o, dicho de otra manera, a hacerse cargo de las contribuciones pendientes que los modestos campesinos tenían para con el fisco imperial. El celo demostrado en la defensa de los pequeños propietarios supuso la convivencia de diversos modos de producción, esclavitud, feudalismo y tributario, donde éste último aparecía como dominante dentro de la formación económico-social bizantina.

El estado bizantino, como su antecesor romano, había tenido desde siempre dificultades para lograr un equilibrio entre la imposición de tributos y la propiedad de la tierra, dificultades que solía resolver con éxito a partir de la capacidad, firmeza e idoneidad de sus soberanos. La alianza establecida de manera tácita entre el poder central y los minifundistas y soldados campesinos se mantuvo inalterable desde el establecimiento del sistema de themas, garantizando la supremacía del modo tributario de producción frente a las opciones esclavista y feudal. Pero la muerte de Basilio II en 1025 sin un heredero varón dejó el poder en manos de familiares que se habían criado a la sombra del emperador guerrero, entre placeres, intrigas y despilfarros. La alianza antes aludida comenzó a agrietarse y, como consecuencia de los intersticios abiertos, las ambiciosas políticas estaduales pro-campesinado (adoptadas a partir del siglo IX) empezaron a perder vigencia.

Hasta aquí he desarrollado a grandes rasgos la teoría sobre la que han convergido los historiadores de diversa filiación historiográfica que se han ocupado del tema. Las dificultades se plantean para el período siguiente, que corre desde mediados del siglo XI hasta casi finales del XII, donde la unicidad del “relato” historiográfico en general y de corte marxista en particular se difumina, generando un interesante debate en torno a la cuestión de la naturaleza y desarrollo que el estado bizantino adquirió bajo la dinastía de los Comnenos (1081-1185).

Planteo del problema:

Considerando los tres modos de producción subyacentes dentro de la sociedad griega y siendo el tributario el modo predominante desde la fundación de Constantinopla, ¿hubo en el período de referencia, esto es 1025 – 1185, un avance sistemático del modo de producción feudal que generó una crisis terminal en el tributario? ¿O aconteció que, bajo la fuerte personalidad de los soberanos Comnenos, la autoridad central fue restablecida a su punto equivalente del reinado de Basilio II, restaurándose la preponderancia del modo tributario en su máxima expresión? En definitiva, ¿cuál fue el rasgo característico de la naturaleza del estado bizantino en el período bajo estudio? Como se puede observar, es posible establecer desde la presente introducción los atributos básicos de un problema de investigación, demarcación espacial y temporal: el ámbito jurisdiccional dominado por los emperadores bizantinos durante el lapso de tiempo comprendido entre la primera mitad del siglo XI y finales del siglo XII[5]. Los siglos siguientes, en cambio, no son de interés para el presente proyecto ya que la irrupción de la IV Cruzada y la conquista de Constantinopla por los latinos (1204) supusieron un corte abrupto en el proceso histórico estudiado.

La cuestión, a mi entender, reviste de significación a la hora de justificar el problema, desde que podría arrojar nueva luz sobre el estudio del feudalismo. De manera que haré hincapié en aspectos que hasta el momento han sido apenas tratados en trabajos anteriores, como por ejemplo la posición momentánea de poder del Estado bizantino frente a las luchas de clases y a los enfrentamientos entre la aristocracia civil y la nobleza militar; la situación de los derechos políticos de representación en el seno estadual para los miembros individuales de la clase aristocrática, y el papel desempeñado por el derecho público y privado romano en relación con algunos elementos institucionales del estado griego.

Objetivos:

El objetivo general que guía a la presente investigación es analizar la naturaleza y el desarrollo del estado romano oriental entre 1025 y 1185 apelando a los conceptos desarrollados por Perry Anderson en relación con el estado absolutista.

Como objetivos específicos se plantean los siguientes:

1) Describir el comportamiento del ejército central, la burocracia, los impuestos, el comercio y la diplomacia en el período considerado.

2) Realizar un tratamiento dinámico de la dialéctica establecida entre las dos facciones de la aristocracia bizantina, civil y castrense, y entre ambas en relación con el poder central.

3) Reconstruir las concepciones en torno al derecho divino que exaltaban el poder imperial muy por encima de la lealtad limitada y recíproca típica de la relación “primus inter pares[6] característica de la soberanía regia medieval.

Antecedentes:

Los estudios afines pertenecen en su gran mayoría a historiadores procedentes de las filas del materialismo histórico que hunden sus raíces en la antigua escuela soviética. Se destacan especialmente los trabajos pertenecientes a Georg Ostrogorsky, E. E. Lipchits, E. V. Gudnova, Dimitar Angelov y Z. V. Udaltsova. Ostrogorsky, por ejemplo, en una de sus obras ha postulado a la pronoia como una “expresión no solo de la fuerza interior del feudalismo bizantino, sino también de las fuerzas centrífugas que tendían a la separación con Bizancio”[7]. Dicho autor ha identificado en el pronoiario al equivalente oriental del propietario terrateniente feudal, beneficiario de un derecho similar a una cierta parte –importante– del trabajo de sus campesinos en tanto que renta feudal. Lipchits, por el contrario intentó precisar cronológicamente el final de la Esclavitud como una manera de establecer el nacimiento del feudalismo en Bizancio, cuestión que abordó en uno de sus trabajos publicados en V.D.I., en 1955. Udaltsova, mientras tanto, es quizá el historiador que más cerca ha estado de tratar el asunto desde la óptica adoptada en el presente proyecto de investigación. Solo que, en lugar de partir desde lo alto de la escala social, su marco de referencia ha sido el campesinado del Estado bizantino, a quien en su opinión se pagaba una renta fiscal. Con todo, lo interesante del caso es resaltar al respecto de dichos autores que:

a) Ninguno se ha detenido a analizar el nivel político de la sociedad bizantina, la superestructura, que es donde se resuelve en última instancia la lucha secular entre clases. Este es precisamente el ángulo desde dónde el presente proyecto aspira a acometer el tema. Y,

b) El problema de si alguna vez surgió un verdadero feudalismo bizantino en el caso del Imperio de Oriente ha supuesto una tradicional línea divisoria entre aquéllos.

En relación a los historiadores occidentales cuyos trabajos se pueden citar como antecedentes, podemos mencionar a Chris Wickham, Helene Ahrweiler, Perry Anderson, Robert Boutruche y Paul Lamerle, entre otros[8]. Aquí también se ha podido verificar el mismo estado de cosas mencionado en b). Pues mientras que Boutruche y Lamerle han negado categóricamente que el feudalismo se haya implantado jamás en Bizancio, el resto sostiene que el modo de producción feudal llegó mínimamente a convivir con la esclavitud, el modo antiguo y el tributario. Lo sorprendente del caso es que el propio Perry Anderson no se haya sustraído a la tentación de analizar el presente tema a partir del nivel económico-cultural siendo que al estudio del estado absolutista lo acomete desde el nivel político.

Marco teórico:

El marco teórico establecido para el presente proyecto ha surgido a partir de las preferencias historiográficas y de las alternativas ideológicas consideradas convenientes para trabajar la hipótesis. Por otro lado, recurriré a algunas categorías, axiomas y conceptos marxistas a fin de conducir la línea de investigación, siendo los más importantes modo de producción, formación económico-social, relación señorial, relación feudal, lucha de clases, superestructura, relaciones sociales de producción, fuerzas productivas y medios de producción. Como bien es sabido, el concepto de modo de producción es una construcción ideal, un modelo que ha probado ser de mucha utilidad a los fines teóricos pero que ha enfrentado incontables obstáculos para encontrar su lugar en la práctica. En el mundo real de los hechos históricos, el feudalismo no se manifestó con las mismas características en las distintas regiones europeas: Pierre Bonassie, en ese sentido, ha propuesto un modelo especial para la zona comprendida entre el Ródano, al Este, y Galicia, al Oeste. Pierre Toubert, por su parte, ha hecho lo propio mediante su teoría del incastellamento para la zona central de Italia. El feudalismo en Normandía, entretanto, ha sido tratado en detalle por Guy Bois mediante una combinación de aportes marxistas, maltusianos y demográficos que se centraron en la pequeña unidad de tenencia campesina. George Ostrogorsky, en cambio, se ha enfocado en el estudio de la pronoia[9] en su obra “Para una historia del feudalismo bizantino”. La presente investigación es tan original como éstas, ya que para abordar el problema planteado se valdrá del concepto de absolutismo desarrollado por Perry Anderson en su obra “El estado absolutista”[10] a la que necesariamente habré de recurrir como fuente documental.

En cuanto al marco conceptual, acudiré a ciertos términos desarrollados por Perry Anderson en su obra “El Estado Absolutista”, como por ejemplo absolutismo, propiedad quiritaria, ejército profesional, burocracia, impuestos, comercio y diplomacia. Los mismos son fundamentales porque permiten abordar la investigación desde un ángulo diferente, enfocando la cuestión en los niveles políticos y no ya en los de las relaciones señoriales, que es como recurrentemente se lo ha venido haciendo desde mediados del siglo XX. Sin embargo, no es el propósito adecuar tales conceptos al objeto del proyecto sino utilizarlos para construir algunas hipótesis relacionadas con los objetivos específicos. En este sentido, la definición de absolutismo, planteada por Anderson en tanto que aparato de estado reorganizado y potenciado de dominación feudal destinado a la protección de la propiedad y los privilegios aristocráticos, será de suma utilidad para contextualizar el reinado de los tres principales soberanos comnenos (1081-1180).

También se tendrán en cuenta como marco referencial los trabajos pioneros de autores procedentes de la escuela historiográfica soviética que tanto han contribuido con sus estudios al conocimiento de Bizancio y los Balcanes: George Ostrogorsky, Z. V. Udaltsova y E. V. Gudnova. Sus valiosos aportes referidos a las instituciones y a las herramientas administrativas comúnmente manejadas por la burocracia imperial son indispensables a la hora de conocer el desempeño del ejército central, los impuestos, la diplomacia y el comercio. Junto con la historiadora ateniense Helen Ahrweiler, los citados autores han trabajado a fondo sobre el original sistema bizantino de la pronoia, que permitió a Constantinopla reponerse del desastroso revés de Mantzikert[11] y erigirse como la mayor potencia del siglo XII.

Con respecto al comercio en el Mediterráneo Oriental acudiré a los valiosos aportes realizados por Jonathan Phillips en torno a Venecia y su ascendente carrera mercantil. También se tendrá en consideración la influencia del oro musulmán sobre el comercio europeo, tema al que el historiador Maurice Lombard ha dedicado sendos trabajos.

Hipótesis:

La hipótesis del proyecto de investigación parte de un supuesto básico: que mucho antes de que en Occidente los señores feudales se reorganizaran bajo la figura de un súper-monarca para establecer monarquías absolutas, ya en Oriente los aristócratas bizantinos habían escogido a Manuel I Comneno (1143-1180) con ese mismo propósito (aunque sin proponérselo). Por tanto, no es a partir de una historia desde abajo sino de una lucha en el seno de la aristocracia de donde se deriva el poder absoluto de aquel emperador, a diferencia de lo sucedido en Occidente donde la crisis que abrió paso al absolutismo (la del siglo XIV) fue una lucha principalmente librada entre campesinos y señores. Luego, considerando el concepto sobre absolutismo previamente aludido en la sección de marco teórico, se desprende nuestra hipótesis: hacia las postrimerías del siglo XII la naturaleza del estado bizantino se había transformado radicalmente, siendo el feudal el nuevo modo de producción dominante inclusive en la superestructura política. En consecuencia se puede hablar de un estado macedónico tributario (867 – 1081) al que sucedió un estado comneno feudal (1081 – 1185).

Así, pues, partiendo de una mirada desde la Modernidad y, apelando a algunos de los conceptos que hacen a la esencia misma del sistema político que la caracterizó, el Absolutismo, es posible sin recurrir a anacronismos develar la naturaleza del estado bizantino en el siglo XII, arrojando nueva luz sobre el asunto del feudalismo.

Metodología:

En primer lugar es necesario destacar que, en cuanto al empleo de términos tales como economía, sociedad, política, y religión, se tratará de evitar el uso de nociones de sentido común dado que dichos términos, al no existir en la Edad Media tal cual hoy los conocemos[12], dificultarían la comprensión de cómo se articulaban las sociedades medievales. Siguiendo las recomendaciones de Alain Guerreau, dichas nociones de sentido común serán descartadas en la medida de lo posible y, en su lugar, se adoptarán conceptos que no van a coincidir con el vocabulario de la época pero que tienen la ventaja de generar definiciones respecto a temas de ese tiempo sobre los que se va a trabajar, como es el caso del topolinaje en lugar de parentesco. Estas creaciones de conceptos servirán para lograr una aproximación a la realidad de las sociedades analizadas[13].

En segundo término, en referencia a las fuentes editadas y por tanto secundarias, procedentes de trabajos de cronistas, historiadores y funcionarios imperiales medievales (bizantinos, ingleses y francos), el objetivo metodológico propuesto será determinar primeramente la ideología del autor y, a continuación, tratar de inferir el significado de los silencios voluntarios y de las manifestaciones tendenciosas. Tras lo cual procederé a contrastar mi hipótesis con la información así recabada. La precaución adoptada respecto a los datos provistos por este tipo de fuentes tiene como finalidad cumplir con los lineamientos propuestos por Jacques Le Goff en su obra “El orden de la memoria: el tiempo como imaginario”. Según dicho historiador, el documento a ser consultado (y que se transformará en fuente durante el proceso de interrogación) no es un documento inocuo sino el resultado ante todo de un montaje, consciente o inconsciente, de la historia, de la época, de los grupos que lo han producido[14].

En tercer lugar, el análisis de las fuentes se efectuará teniendo presente siempre los conceptos considerados por Perry Anderson para llegar a la definición de monarquía absoluta. El objetivo metodológico en este caso será tratar de establecer yuxtaposiciones sobre los mismos elementos del período temporal en que se ha enmarcado el presente proyecto de investigación. La bibliografía propuesta, por otra parte, será empleada complementariamente para aclarar ciertos aspectos que pudieren ofrecer algún tipo de confusión.

En cuarto lugar se recurrirá a mapas elaborados sobre la base de fuentes y bibliografía con autoridad en la materia, a los fines de medir el desempeño del ejército profesional en relación con el espacio controlado.

Finalmente, la elaboración de un índice temático permitirá una búsqueda ágil y el rápido y fácil acceso a contenidos específicos.

Bibliografía:

ANDERSONPerry: Transiciones de la Antigüedad al Feudalismo, Siglo XXI, México, 1986. Segunda Parte: Europa oriental.

AHRWEILERHelen: La Pronoia en Bizancio, Estructuras feudales y feudalismo en el mundo mediterráneo (siglos X-XIII), págs. 273-282, Universidad de París, Francia, 1984, ISBN 84-7423-227-9.

ATTALIATES, Miguel: Historia, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, España, 2002. Traducción a cargo de Inmaculada Pérez Martín.

BAYNESNorman H.: El Imperio Bizantino, Fondo de Cultura Económica, México D.F. (México), 1949.

BLOCHMarc: Cómo y porqué terminó la esclavitud antigua, Annales (E.S.C.), 1947, págs. 30-43 y 161-170. Traducción del francés por Antonio Malpica Cuello y Rafael Peinado Santaella.

BOISGUY: Crisis del feudalismo. Economía rural y demografía en Normandía oriental de los comienzos del siglo XIV y a mediados del siglo XV, Boletín de Historia Social Europea, U.N.L.P, París, Francia, 1976.

BONASSIEPIERRE: Del Ródano a Galicia: génesis y modalidades del régimen feudal, Estructuras feudales y feudalismo en la Península Ibérica, en conjunto con Reyna Pastor y otros. Editorial Crítica, Barcelona, España, 1984.

CABRERA, Emilio: Historia de Bizancio, Ariel Historia, Barcelona, España, 1998.

CINNAMUS, Juan: Obras de Juan y Manuel Comneno, Columbia University Press, Oriental Records, Nueva York, Estados Unidos de América, 1976.

CLARAMUNTSalvador: Las claves del Imperio Bizantino 395-1453, Editorial Planeta, Barcelona (España) 1992.

COMNENA Ana: La Alexíada, Editorial de la Universidad de Sevilla, España, 1986.

CREMONA, Liutprando de: La Antapódosis o retribución, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, España, 2007.

CHONIATES, Nicetas: Memorias de Nicetas Choniates, Wayne State University Press, Detroit, Michigan, Estados Unidos de América, 1984. Traducción de Harry Magoulias.

FOSSIERRobert: La Edad media: La formación del mundo medieval, Universidad de París, Editorial Crítica, Barcelona, España, 1988.

GUERREAUAlain: Política, derecho, economía, religión: ¿Cómo eliminar el obstáculo?, en Reyna Pastor (compilación), Relaciones de poder de producción y de parentesco en la Edad Media y Moderna, Madrid, España, 1990.

LE GOFF, Jacques: El orden de la memoria. El tiempo como imaginario. Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, España, 1991.

LIPCHITSE. E., El fin del régimen esclavista y el nacimiento del feudalismo en Bizancio, trabajo publicado por primera vez en V.D.I., 1955, fascículo 4, págs. 64-71 y publicado en francés en “Recherches internacionales à la lumière du marxismo, Féodalisme à Byzance”, nº 79, París, 1974, traducción de Antonio Malpica Cuello.

LOMBARD, Maurice: El oro musulmán, Cuadernos de Historia Social, Estudios Monográficos Nº 36, Facultad de Filosofía y Letras UBA, 1972, págs. 1 a 22.

MAIER, Franz Georg: Bizancio, Siglo XXI, 6º edición, volumen 13, Madrid, 1973.

NORWICHJohn Julius: Breve Historia de Bizancio, Cátedra Historia Serie Mayor, 1997, ISBN 84-376-1819-3.

OSTROGORSKY, GeorgHistoria del Estado Bizantino, Akal Editor, 1984.

OSTROGORSKY, GeorgPara una historia del feudalismo bizantino, Bruselas, 1954, Traducción de Juan Calatrava, extracto págs. 9 y sigs. y 187 y sigs. Biblioteca U.N.C., escuela de Filosofía, Historia y Humanidades.

PSELLOS, Miguel: Vida de los emperadores de Bizancio, Editorial Gredos S.A., Madrid, España, 2005, traducción de Juan Signes Codonier.

RAVEGANANI, Giorgio: Bizancio y Venecia, Machado libros, Madrid, España, 2006.

TOUBERT, Pierre: El incastellamento. Ritmo y formas de un crecimiento, en Castillos, Señores y Campesinos en Italia meridional, Editorial Crítica, Barcelona, España, 1991.

TREADGOLDWarren: Breve Historia de Bizancio, Paidós, Madrid, España, 2001.

UDALTSOVAZ. V.: A propósito de la génesis del feudalismo en Bizancio (cómo se plantea el problema), publicado en “Vizantiskie otcherki” Moscú, 1971, págs. 3-25 y en “Recherches internacionales à la lumière du marxismo, Féodalisme à Byzance”, nº 79, París, 1974, traducción de Juan Calatrava. Págs: 224-240.

UDALTSOVAZ. V. y GUDNOVA, E.V.: La génesis del feudalismo en los países de Europa, ponencia presentada al XIII Congreso Internacional de Ciencias Históricas, celebrado en Moscú del 16 al 25 de agosto de 1970. Publicada en Ediciones Nauka, Dirección de la Literatura Oriental, Moscú, 1970, traducido del francés por Antonio Malpica Cuello y Rafael Peinado Santaella.

WALKERJoseph: Historia de Bizancio, Edimat Libros S.A., ISBN 84-9764-502-2.

WICKHAM, CHRIS: La otra transición: del mundo antiguo al feudalismo. Studia Histórica. Hª Medieval, VII (1989), págs. 7- 35.

Naturaleza y desarrollo del estado bizantino entre 1025 y 1185.

Autor: Guilhem W. Martín.

https://imperiobizantino.wordpress.com/

© 2013.

Informe de fuentes:

En el presente proyecto de investigación se emplearán los siguientes tipos de fuentes:

  1. Fuentes traducidas y editadas, escritas por autores medievales: Merced a la amistad con historiadores españoles, griegos, italianos, ingleses, argentinos y peruanos y a los contactos con algunas instituciones educativas universitarias ha sido posible acceder a fuentes medievales traducidas y editadas de cronistas, historiadores y funcionarios imperiales bizantinos, ingleses y francos.
  2. Fuentes traducidas y editadas de la actualidad: dado el marco teórico y conceptual del proyecto, la única fuente de relevancia es “El Estado Absolutista”, de Perry Anderson, Siglo Veintiuno Editores s.a., Madrid, España, 1979.

Considerando que los originales de los documentos han tenido algún tipo de tratamiento, ya sea por traducción, por edición o por ambas cosas a la vez, las fuentes señaladas son en su totalidad fuentes de carácter secundario pese a que algunas, como la de Juan Cinnamus, son de difícil acceso y ni siquiera se encuentran en hemerotecas de prestigiosas universidades. No obstante, salvo por el caso aludido, no se han presentado mayores inconvenientes a la hora de ubicarlas y disponer de ellas.

El trato recibido de las autoridades y responsables de los distintos repositorios (bibliotecas) ha sido sumamente cordial por lo que la búsqueda no implicó ningún tipo de problemas o contratiempos.


[1] Se conoce como Imperio Bizantino al estado sucesor del Imperio romano, que sobrevivió en la mitad oriental del Imperio a la caída de Roma (476), y que tenía su capital en Constantinopla o Bizancio (de aquí su denominación). Ocasionalmente, los historiadores se suelen referir a él como Imperio griego.

[2] El debate acerca de cómo y porqué termino la esclavitud antigua fue planteado por uno de los fundadores de la Escuela de los Annales, March Bloch, y luego desarrollado por historiadores de la talla de Georg Duby, Pierre Bonassie, Pierre Toubert, Jean Pierre Polly, Chris Wickham y Robert Fossier.

[3] La plasmación de la constitución en themas es uno de los problemas más vitales de la evolución bizantina en la Alta Edad media. Aunque las obras historiográficas bizantinas nunca profundicen en esta cuestión, se encuentran, sin embargo, alusiones cada vez más frecuentes a los themas a partir de la segunda mitad del siglo VII” (G. Ostrogorsky, Historia del Estado Bizantino, pág. 143, Akal Editor, Madrid, España, 1984).

[4] El Strategikon o “arte de la guerra” del emperador soldado Mauricio (582-602) es el mejor ejemplo de ello. Se trata de un breve manual pletórico de enseñanzas de tácticas y estrategias castrenses, destinado al generalato bizantino.

[5] Geográficamente hablando,  el litoral de Asia Menor, Cilicia, Chipre, Creta, Grecia, Bulgaria, Albania, Macedonia, Kosovo, Serbia, Montenegro, Croacia, Bosnia y parte de la península de Crimea, en el sur de Ucrania. Circunstancialmente también algunas extensiones de Italia meridional.

[6] Primero entre iguales.

[7] G. Ostrogorsky, Para una Historia del Feudalismo Bizantino, pág. 197, Bruselas, 1954, publicado en “Recherches…”, numero 79, traducción de Juan de Calatrava.

[8] Las obras pertenecientes a dichos autores, en tanto que antecedentes, serán citadas en la sección Bibliografía del presente proyecto.

[9] Vista como una variedad del feudalismo occidental, la pronoia ha generado no pocas controversias entre los estudiosos del tema. Se trataba de un peculiar mecanismo jurídico-administrativo mediante el cual, los emperadores bizantinos podían captar lealtades apelando a la prodigalidad al momento de proveer favores, títulos o tierras. Dicho de otra manera, si la Providencia era quien velaba por el Imperio, el emperador era quien lo hacía por sus habitantes y la pronoia constituía un instrumento ideal para ello.

[10] Perry Anderson, El estado absolutista, Siglo XXI Editores S.A., Madrid, España, 1979, ISBN 968-23-0946-8.

[11] Batalla que tuvo lugar el 19 de agosto de 1071 y que, ganada por los turcos, determinó la caída de Asia Menor en manos del Islam.

[12] En lugar de fe, por ejemplo, en el Medioevo se empleaba el término creencia. Alain Guerrau, por ejemplo,  propone emplear en lugar de religión el término iglesia, debido a que se refiere a una institución que tiene como función eminente la de evangelizar.

[13] Alain Guerreau, Política/Derecho/Economía/Religión: ¿Cómo eliminar el obstáculo? en Reyna Pastor (compilación), Relaciones de poder, de producción y parentesco en la Edad Media y Moderna. Aproximación a su estudio, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1990.

[14] Jacques Le Goff se torna categórico al aseverar que no existe un documento-verdad y que corresponde al historiador no hacerse el ingenuo al interrogarlos.

 

Autor: Guilhem W. Martín. ©

Todos las imágenes son de propiedad de https://imperiobizantino.wordpress.com/

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